Detalles Técnicos

Posted by Melissa D'Aubigne in

Bien... Empecemos a responder preguntas que creo que son básicas para entender el por qué de esto.

¿Quién soy?
Me llamo Cristina. Soy una chica de Almería, tengo 20 años y una de mis aficiones es escribir. Esta web (o proyecto de web, como querais llamarlo, ya que es todo gratuito, y no puedo llamarlo como "mío") ha sido creada para albergar todos los detalles relacionados con esa partida de rol, así como para lectura de aquellos interesados, ya sea en la temática o cualquier otra cosa.
¿Qué es esta historia?
Esta pregunta tiene fácil respuesta. El Diario de Melissa D'Aubigne nace como fruto de una partida de rol, con el sistema de juego de Anima: Beyond Fantasy (Click para acceder a la web ^^). Melissa es uno de los personajes, y con finalidad de obtener ciertos puntos de experiencia extras, comencé a escribir esto. Cuando llevaba un buen trozo escrito, decidí que era una buena idea el publicarlo "por ahí", e intentar que la gente lo leyese, aunque fuesen escasas pocas personas (a las que les estoy tremendamente agradecida, debo añadir ^^).
¿Por qué un diario?
La historia, por el formato que tiene, es difícil de leer, pero se trataba de algo personal. Melissa puede llegar a ser una chica muy temperamental, pero aun así tiene esa parte tímida que abarca en cada una de las letras que escribe en las páginas de su diario. Se hace la fuerte por fuera, aunque en realidad sea tan blanda por dentro que podrías abrazarla y no hartarte nunca. En su pequeño diario es donde lo cuenta absolutamente todo, sin dejarse nada en el tintero, pero claro, al tratarse de una historia ambientada en una partida de rol, siempre hay cosas que cuando suceden ella no puede explicar, porque como no está en el lugar que ocurren, no las ve.
¿Habrá versión en tercera persona?
Es algo que aun estoy debatiéndome... Porque la verdad es que sería estupendo para contar la historia de Masamune al completo, pero para ello hay que tener tiempo, mucho tiempo, y aunque yo ahora dispongo de poco, lo intentaré en algún futuro, esperemos no muy lejano.

5 de Agosto de 990

Posted by Melissa D'Aubigne in

La ciudad invadida, Alberia.

Genial. Simplemente genial. No les tengo el suficiente odio que encima tengo que ver a más de 50 juntos en la misma ciudad... Si pudiese los liquidaba yo misma, pero claro, como venimos de parte de los templarios, ese tema es evitable por la "dichosa ley" que tanto me desmoraliza... Tendremos que sacarles de ahí sutilmente para que puedan entrar los hombres de Ashtor.

Bueno, no he escrito desde que partimos de Éled. El camino fue corto, pues aun seguíamos en Alberia cuando recibimos nuestro nuevo destino. He descubierto que el traje nuevo que me confeccioné es más cómodo de lo que me pensaba que sería, a la hora de pelear me vendrá de perlas. Antes de seguir desviándome... El caso es que hemos llegado a nuestro destino, y allí la ciudad, con todos esos.... dando vueltas por ella, "protegiéndola"... Nosha costado encontrar a Asthor, pues estaba dentro de unas ruinas cercanas, investigándolas. El campamento lo tienen bastante bien escondido, hay un escudo protegiéndolo bastante eficaz, pues no he conseguido verlo...

Nuestra misión es sencilla. Tenemos que entrar a la ciudad e intentar que los desgraciados esos se vayan, para que así puedan entrar los Templarios y puedan acabar su trabajo. Al parecer se rumorea que hubo un ataque a la Iglesia de la ciudad por parte de "seres sobrenaturales". No sé ni cual es el nombre con el que lo han llamado, pero el caso es que los Inquisidores entraron y ahora los Templarios no pueden hacerlo. Es la ley, esa de que "quien llegue antes prevalece sobre el otro". Maldito sea quien la escribió... Malditos sean todos los inquisidores. No se pudran en el infierno.

Ya hemos tenido la "primera toma de contacto". Al mando hay un Alto, un tal Xavier, a quien Cross parece conocer. [Oh, si, ¿No lo había dicho? Cross es uno de esos desgraciados... Un día de estos le mataré, y si que tendré razones para hacerlo. Ya me está desquiciando la moral, así que a la próxima no me contendré] Según le ha estado contando, hubo un ataque a la Iglesia [que por cierto, parece que la hayan atacado con una balista...está hecha escombros] y están buscando algún pasadizo entre los restos, pues dicen que el "grupo de impuros" desapareció en su interior, y no están sus cuerpos. Tienen a varios encapuchados en los 4 puntos cardinales, alrededor de lo que hasta hace poco debía haber sido la parroquia del pueblo. Dibujan símbolos extraños en el suelo, están arrodillados y solo murmuran palabras extrañas.

Y Cross no se despega del morenito. Si, de Xavier. Es de un principado que no conozco demasiado. Togarini. Se parece mucho a Kaiser, es moreno de piel con el cabello blanco, pero tiene los ojos dorados, y no me inspiran confianza. No sé de qué me sorprendo, al fin y al cabo, es Inquisidor.

Solo quiero que esto acabe pronto para poder perderle de vista. Bueno, a él y al resto de su calaña. No los soporto.

Tendremos que investigar por nuestra cuenta dónde está el dichoso pasadizo, aunque solo es cuestión de que Ryoma nos eche una mano... Desde que le vi hace tres siglos en Ning Shi tuve una sensación rara, como si fuese "diferente" del resto. Como si...no fuese humano.

Iba a hablar con Ryoma cuando ese desgraciado de ojos dorados le llama fríamente. Estábamos todos observando a Ryoma, y de repente, se ha desvanido y ha caído. Menudo susto. Estaba pensando como iba a entrar por ahí, cuando Xavier ha clavado su espada cerca de donde Ryoma ha desaparecido. Ha hecho un barrido a su alrededor, y ha cortado un disco en el suelo, lo suficientemente grande como para que cupiese casi cualquier persona.

Él ha descendido casi instantáneamente, y Cross le ha seguido, no sin antes prohibirnos bajar con él. Así que ahí estábamos Kaiser, Steffano y yo mirando por el hueco hacia abajo. Estaba empezando a cuestionarme el por qué le estaba haciendo caso a ese zoquete, cuando su voz ha sonado en mi cabeza. Por suerte ya me he acostumbrado a ese tipo de cosas, y nos ha pedido que bajásemos.

Allí estaba todo demasiado oscuro, tanto que apenas podíamos ver más allá de nuestros propios pues. Poco a poco íbamos vislumbrando las columnas que se irigían a nuestro alrededor, sujetando la superficie. No tengo ni idea de lo que ha ocurrido, pero el caso es que cuando hemos encontrado a Cross, solo estaban él y Xavier. Ni rastro de Ryoma.

Después todo ha sido fuego. Se ha quedado grabado en mi retina durante un rato. No sé de donde ha salido, hasta que la llama ha desaparecido y lo he podido ver con más claridad.

Ryoma estaba delante de nosotros, respirando fuerte. Creo que debería explicarlo mejor, aunque la verdad es que ha sido todo muy confuso... Estábamos pensando que hacer, o al menos yo lo estaba pensando, y de repente ha venido Ryoma corriendo. Literalmente corriendo. Ha pasado por nuestro lado y nos hemos percatado por el corte en el viento que ha agitado nuestro pelo. Y de repente, ha golpeado la espalda de Xavier con el puño y ha salido una llama ENORME. Ha sido demasiado deprisa. El caso es que Xavier... ha desaparecido. De él... han quedado unas pocas cenizas en el suelo, y su espada clavada en el suelo. Íbamos a acercarnos a Ryoma cuando se ha desmayado, pero antes de que pudiésemos cogerle ha aparecido una chica de la nada, morena de piel pálida y ojos oscuros, y le ha cogido ella, sujetando también la espada de Xavier y mirándonos a todos amenazante. Ha murmurado algo que ni hemos escuchado y se ha ido corriendo con Ryoma en brazos. Iba a salir corriendo tras ellos, pero al parecer Steffano la ha escuchado decir que iba a dejar que Ryoma descansase.

Después hemos salido de allí, pero teníamos un problema. Arriba, en el pueblo, íban a estar todos esos desgraciados, esperando que su superior les ordenase lo siguiente a hacer, hasta que he tenido una idea brillante.

Cross siempre lleva con él a una chica. Una tal Maria, le he escuchado nombrarla más de una vez. No sé si es o no humana, si está o no viva, pero siempre protege a Cross haciendo que su cuerpo se vuelva invisible. Quizás pudiese hacer que Cross pareciese Xavier para pasar el rato.

Y efectivamente, lo ha conseguido. Cross se las ha ingeniado para deshacerse de todos los Inquisidores del pueblo, les ha mandado "al punto de reunión", que ni siquiera sabemos si existe, pero debería, pues se han ido todos en menos de 20 minutos. Hemos corrido, o volado, depende de como se mire, pues había prisa, hacia el campamento de los Templarios.

He sido yo misma la que ha hablado con Ashtor y le he explicado la situación. Se ha echado las manos a la cabeza, aunque él solo nos pidió que les dejásemos entrar, no el modo de conseguirlo.

Estábamos ayudando a los templarios a recoger el campamento y ha llegado Ryoma.

Se va a ir. No va a regresar con nosotros, y se ha despedido de todos en general y exclusivamente de Cross.

Duele, me duele en el pecho, mucho, muy profundo.

No quiero que te vayas, Ryoma.

3 de Agosto de 990

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Éled, Alberia.

Shou Jin Lao nos ha explicado nuestra nueva misión. Después de los interminables días dónde únicamente el entrenamiento ocupaba mi tiempo, ya era hora de que escribiese aquí, porque casi que lo tenía abandonado.

Tal y como mis sospechas iban avanzando, acabaron por hacerse realidad... Ryoma apenas habla con alguien que no sea Cross o Gatsu...Y me duele, pero no puedo hacer nada... Bueno, dejando ese tema a un lado... Sigo sin poder evitar darle vueltas a aquella frase, a la que hace tanto, Heruan me dijo en el bosque, antes de besarme... ¿Sabes qué hacen las chicas dulces...? Cada vez que me acuerdo me estremezco, porque me acuerdo de lo que pasó después, y...

Tenemos que viajar hasta Alberia. Allí hay un emplazamiento templario, tendremos que buscar a Asthor, a cargo del pelotón, y hablar con él. Parece que tienen algún problema con los bastardos de La Inquisición. Tendremos que acudir a echarles una mano, y ya veremos que ocurre después... Al menos Axel y Heruan vendrán con nosotros.

5 de Julio de 990

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Éled, Alberia.

No he tenido tiempo para escribir desde que lo hice la última vez, cuando... cuando Heruan me besó. Desde entonces... hemos hablado...hemos entrenado...nos hemos besado...y...le he dicho que le quiero. Porque... porque me he dado cuenta de que es así. Y él me lo ha dicho a mí. Creo que soy la persona más feliz del mundo ahora mismo, aunque aun así hay un atisbo de tristeza, me gustaría que Rerea estuviese aquí para poder contárselo en persona, pero aun así le escribí una carta para decírselo. Solo espero que papá y mamá no se hayan enterado, no sé de qué serían capaces si se enterasen de que tengo novio. Uff... Novio. Esa palabra creo que tiene muchas responsabilidades, pero... creo que seré capaz de solventarlas todas, o al menos lo intentaré con todas mis fuerzas, porque... es la primera vez que siento que me arde el corazón solo con mirarle.

Dejando de lado ese tema, del que podría pasarme horas hablando... ¡Axel es un pervertido! Aunque a pesar de que lo sea, creo que todo lo que sé sobre chicos es gracias a él... ¡Por qué seré tan inculta en ese tipo de temas! Es lo que tiene... Nunca... ha habido conmigo un chico que despertase ese sentimiento tan cálido. Lo que Axel o Ryoma provocan es diferente. Axel es como si fuese el hermano que nunca tuve, y Ryoma es un amigo con el que se puede hablar, a pesar de que lleve mucho tiempo sin hablar conmigo. Últimamente... Está con Cross únicamente. Bueno, y con su sombra, Gatsu. Me da la impresión de que poco a poco se está alejando de mí, pero es algo que yo no puedo evitar. Es su decisión, no la mía. Aunque no puedo evitar sentirme triste...

28 de Julio de 990

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Éled, Alberia.

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¿Por qué me ha besado...?

16 de Marzo de 990

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Éled, Alberia.

He decidido cambiar mi vestimenta. Hace poco descubrí que con el traje que llevaba había algunos movimientos que me salían demasiado forzados. Así que ahora he decidido crearme mi propio traje. Ya tengo hecho el diseño en papel, solo me falta encontrar las telas para cosérmelo a mi medida. Será en rojo y negro, mis colores favoritos.

Espero que se quede bien... Hoy hemos hecho un entrenamiento diferente. Axel y yo hemos decidido medirnos el uno al otro, aunque más que medirnos ambos, nos hemos medido Kazesan y yo. ¡Es un cobardica! No se atreve a enfrentarse a mí directamente... ¡Bah! De todas maneras, lo he pasado bastante bien, ha sido divertido intentar vencer a alguien no tan distante de mi nivel como Shou Jin Lao.

¡Tengo sueño! Así que me voy a la cama...

1 de Enero de 990

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Éled, Alberia.

Año nuevo. Llevamos casi tres meses aquí, y ya son como mi familia. Casi todos los días de entrenamiento son agotadores, aunque de vez en cuando a mi Maestro le da por salir “de acampada” durante varios días. Para desarrollar el instinto de supervivencia, según él. Aun no he podido hablar con Heruan sobre lo que me quería decir. Cuando le volví a preguntar varios días después solo me dijo que era una tontería y que no hacía falta que me preocupase. Pero me sigue intrigando, me carcome interiormente, porque podrían ser tantas cosas que no sé cual podría ser exactamente, y no dejo de darle vueltas intentando averiguarlo, aunque no hay manera de sonsacárselo.

Rerea me ha escrito, nos desea a todos un feliz año nuevo, y dice que le gustaría conocerles a todos, porque les he hablado tanto de ellos que ya siente como si los conociese de toda la vida. Cada vez que leo sus palabras me dan ganas de abrazarla. Ahora tengo algo más que guardar en la caja vieja de madera. Ahí es donde guardo este diario, y la llave la llevo al cuello. Ahora, además, están las cartas de mi hermana.

15 de Noviembre de 989

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Éled, Alberia.

Qué cansancio. Apenas tengo tiempo para descansar, así que para comentar lo que ocurre menos aun. Shou Jin Lao parece que ha estado todo el tiempo que no he estado con él maquinando las nuevas formas de tortura a las que me iba a someter durante los entrenamientos, porque es imposible resistir todo lo que hacemos diariamente sin descansar al menos un par de veces. Parece ser que el entrenamiento que seguíamos en Jan Shu es demasiado “flojo”, según comentó el primer día, así que ha decidido endurecerlo cada día más, para “curtirme bien” y esas cosas.

Si hoy estoy aquí escribiendo esto es porque ha decidido acortar ligeramente el entrenamiento de hoy. Porque es un “día especial”. Pensaba que no se acordaría, pero lo ha hecho. Hoy es mi cumpleaños, hace 18 años que llegué al mundo. Pero a pesar de que se supone que es un día de celebraciones y alegría, yo no me siento alegre. Bueno, relativamente, claro... Alegre estoy, porque mis compañeros me han felicitado, aunque Heruan y Axel han sido los únicos en hacerlo antes de que yo dijese nada de que era mi cumpleaños. Probablemente escuchasen esta mañana a Shou Jin Lao felicitarme. A pesar de que estoy tranquila, en un lugar precioso (porque el bosque donde Éled está es bellísimo), me siento ligeramente vacía. Les echo de menos, a los tres, si, lo admito, incluso a mi padre. Es uno de esos días en los que a pesar de estar bien te apetece un abrazo, y parece que Heruan lo ha notado, porque cuando hemos salido a dar un paseo por el bosque circundante me lo ha dado. Llevo ya un tiempo dándole vueltas al asunto, y el caso es que no sé qué me pasa con él, pero me agrada muchísimo. Cada vez que me abraza me da la sensación de estar tranquila, de que por unos cuantos minutos he encontrado la paz.

Pero esta tarde estaba un poco raro, Heruan, digo. No sé, cuando me ha abrazado parecía nervioso, incluso podía verlo en sus ojos mientras estábamos hablando. Además, me ha llamado mucho la atención cuando se ha sonrojado. Si, sonrojado, incluso con la piel morena que tiene he podido ver sus mejillas ligeramente más rojas de lo normal. Y cuando estaba así se ha puesto aun más nervioso y se le han atragantado las palabras que iba a decirme. Cuando ya parecía que estaba sereno y había ordenado todos sus pensamientos, Shou Jin Lao ha interrumpido nuestra conversación, pidiéndome que le acompañase. Me he disculpado con Heruan y le he seguido. Cuando estábamos ya de nuevo en Éled me ha dado una carta, e inmediatamente he reconocido esas letras pequeñas y tímidas escritas en el papel. Mi familia me felicita en mi 18 cumpleaños. Se disculpan por no poder estar conmigo, pero... aun asi, ya me siento completa.

Gracias...

9 de Octubre de 989

Posted by Melissa D'Aubigne in

Éled, Alberia.

Odio estar postrada en una cama, me desquicia el no poder hacer nada sin que Helena me advierta las consecuencias. Cuando la semana pasada me pilló escribiendo aquí casi me mata, suerte que hoy la he convencido para que me deje, aunque me ha dicho que no esté mucho tiempo. Bah, lo escribiré todo y luego dejaré que me regañe todo lo que quiera.

Hoy ha llegado mi maestro. Creo que casi se me sale el corazón por la boca cuando al despertarme estaba a mi lado sentado. Estaba... ¿preocupado? Puede, porque lo primero que ha hecho ha sido preguntarme como estaba. Por suerte y tras todos los cuidados que estamos recibiendo por parte de los Sylvain, podríamos decir que estamos perfectamente, hemos mejorado todos bastante. Además, mi maestro no venía solo, y es algo que me ha hecho muy feliz. ¡Axel viene con él! Le echaba muchísimo de menos... No ha cambiado demasiado después de casi dos meses que no nos vemos, le ha crecido un poco más el pelo y está un poco más alto. Maldito pelirrojo... algún día estaré a tu altura... en todos los sentidos.

Mi maestro me ha pedido que le explicase con detalles lo que ocurrió con Ross. No he omitido ningún detalle, ignorando que Cross sea su hermano. Conté las cosas tal y como son, pero la verdad no sé qué ha ocurrido cuando se han encerrado ambos en una de las habitaciones.

Otra buena noticia para el día es que Shou Jin Lao se quedará con nosotros un tiempo. Ha hablado con Eriol y con Helena, y parece que no hay problema en que él y Axel nos hagan compañía. Han accedid gratamente a permitirnos estar allí y entrenar con ellos. Nosotros a cambio deberemos ayudarles al mantenimiento de la casa, que no es nada pequeña y somos muchas personas las que vivimos aquí. No sé cuanto tiempo estaremos así, ni uanto tiempo estaremos juntos. Tampoco sé lo que pasará mañana o dentro de una semana, solo sé que quiero seguir adelante, porque mi maestro traía un mensaje para mí...

Le he pedido si podría hablar con él, pues estaba demasiado inquieta, la duda me oprimía tanto el pecho estos últimos días que apenas podía respirar con normalidad. Pero me ha dicho que no le he decepcionado, que no debo sentirme mal por no haber completado la misión, y que era demasiado complicada incluso para haberla realizado él con éxito, así que no tenía que sentirme mal, esa misión nos venía grande, a todos. También se ha disculpado en cierta manera. Ya sé quien fue quien hace once años intentó asesinarme, mi tío Ryuzaki. Y por ello se disculpa, por habérmelo ocultado, pero fue una petición de mi padre para protegerme. Después me ha dado la carta de Rerea. No he podido evitar llorar mientras la leía. Después de tanto tiempo sin saber nada de ella, ha sido un verdadero alivio leer que está bien. Al parecer lo que Rhoderick dijo era cierto. Papá, Mamá y ella están juntos, y dice que me echa de menos, que me cuide, y que tiene ganas de verme.

Yo también a ti, hermana...

8 de Octubre de 989

Posted by Melissa D'Aubigne in

Éled, Alberia.

Hoy al menos soy capaz de escribir con mayor fluidez. Tengo mucho que contar, pero por suerte voy a tener todo el tiempo del mundo, porque Helena sigue sin dejar que me levante de la cama. Supongo que tendrá que ver eso de que tenga la pierna partida por tres sitios diferentes y como cinco costillas quebradas, además del brazo izquierdo lisiado. Quién sabe. Tendré que empezar por el principio, y solo espero acordarme de todo, aunque la verdad es que es todo un poco confuso, y los gritos de fondo de Heruan no son nada alentadores.

Hace cerca de tres semanas que íbamos a cumplir nuestra misión. Solo teníamos que escoltar a Ross de camino al barco, a través del bosque.Todo iba sobre la marcha, exceptuando el ímpetu del Inquisidor en sacarme de mis casillas. Le llevábamos engrilletado de pies y manos, con una cadena desde su cuello que llevaba yo, guiándole el camino. Tras él iban Cross y Gatsu, más tarde Ryoma y Steffano, y en la retaguardia, Heruan con Kaiser. Todo hubiese salido a pedir de boca sino hubiese sido porque el traidor de Cross nos la jugó. Lo que mejor recuerdo es que todo fue muy deprisa, sin darme cuenta Ross estaba suelto, y Tilel, la chiquilla rubia, había saltado a sus brazos, abrazándole. Gatsu había desenvainado su mandoble, y Cross le decía a Ross que se marchase. También recuerdo que de repente saqué toda mi rabia y la descargué en un puñetazo en la espalda de Ross. Tras aquello solo recuerdo una maza de combate, gritos, cortes en el viento, y después, la nada.

Cuando me desperté estaba aquí, en Éled. Y junto a mí estaba Helena. Es rubia, con el cabello largo, más largo del trasero, los ojos azules y un rostro angelical. Pero lo que más me llamó la atención fueron sus orejas. ¡Eran puntiagudas! Como las de los Sylvain, aquella raza que hacía tantísimos años había combatido en la Guerra de los Cielos. Luego nos lo explicaron. Ellos son una familia de Sylvain que viven en ese pequeño poblacho, construído por ellos mismos. Están escondidos en las profundidades del bosque, para evitar el contacto con “gente indeseable”. Cuando nos encontraron estaban de caza, y todos nosotros estábamos de camino a la muerte. Nos acogieron entre sus paredes y nos medicaron y curaron como si fuésemos parte de su familia. Son varios los que allí viven, y el lugar está perfectamente protegido por un muro mágico que lo hace invisible al ojo humano. Debes conocer muy bien el lugar para ser capaz de entrar sin equivocarte.

Aun no he tenido la posibilidad de levantarme de la cama (normal, tengo a Helena a mi lado como si fuese un perro guardia, pues parece que soy la mejor parada y la que más probabilidades de levantarse la primera tiene), pero se escuchan bastantes voces en la casa, así que debe ser una familia grande. Tampoco puedo asegurarlo, pues lo que los libros cuentan es cierto, ya que los elfos apenas envejecen, y viéndolos a todos no podrías decir quien es el mayor o quien el menor. Personalmente conozco a Eriol, el esposo de Helena, que fue quien nos encontró y avisó a sus compañeros. El resto son únicamente conocidos de vista. Ah, y al médico, también le conozco. Es un señor bajito con el cabello rizado y blanco, siempre sonriente, que ahora mismo está quitándole a Heruan los restos de las ramas que deben quedar incrustados en sus heridas. Desde mi cama puedo ver a Steffano en la suya, dormido. Qué milagro, está en silencio... También veo a Ryoma. Él está despierto, pero metido en sus pensamientos, como la mayor parte del tiempo, aunque está demasiado pensativo. Kaiser descansa con un libro sobre la cabeza, probablemente dormido. De Cross y Gatsu prefiero no saber nada, porque los mataré en cuanto tenga oportunidad.